El pasado viernes, en el Centro Cultural Provincial del Ministerio de Cultura (Junín 2457, Santa Fe), la Orquesta Sinfónica santafesina presentó la tercera edición de una de sus propuestas más alternativas de las últimas temporadas: RePercusión. Como su nombre deja entrever, se trata de un evento dedicado exclusivamente al repertorio mundial escrito por y para percusionistas.
Diagramado y dirigido por el doctor Pablo Bagilet, timbalista estable del agrupamiento, bajo la tutela del Maestro Silvio Viegas, el concierto contó con la participación de todos los percusionistas de la orquesta: Julián Macedo, Francisco Vergara Moya y Federico Figueroa, más Lilia Salsano en piano y Guillermo Trobbiani en bajo; sumando a Federico Sgarbanti, Andrea García, Lucía Ciccazzo, Josefina Puebla y Joaquín Gamarra, como invitados especialistas.
Ante una audiencia de más de 600 personas, el programa propuso cuatro obras, completando más de una hora de música, juegos de luces, actuaciones y humor. Fue muy atractivo el evento completo, armado con un gran sentido del entretenimiento de calidad. Hubo más de diez sets diferentes de instrumentos y ejecuciones solistas, cuartetos, tríos y tutti (todos), como se dice en el nicho de la música docta.
En orden de aparición, las piezas que se escucharon fueron «Toronuba» de D. Cervo, el «Concierto para vibráfono» de N. Rosauro, «The Black Page» del legendario compositor estadounidense Frank Zappa y «Bonham» de C. Rouse.
Hubo varios momentos particularmente memorables a lo largo de todo el concierto, pero destacaron especialmente las actuaciones solistas de Julián Macedo en el vibráfono y Federico Sgarbanti en la batería (en «The Black Page»). Macedo, sin partituras, fue muy preciso en la ejecución, con gran ritmo y articulación, combinado con un dominio sublime de las cuatro baquetas, mucha claridad en los pasajes rápidos y un preciso uso del pedal. Se metió tanto en su rol que se hizo uno con el instrumento, dialogando por momentos con el resto de los artistas que acompañaban el relato.

Por su parte, Sgarbanti desplegó su grandeza. Hizo un trabajo exquisito con la batería como solista en la obra de Zappa. Logró que una composición intrincada pareciera sencilla (la partitura estaba proyectada detrás de él para que el público viera su dificultad). El inicio de memoria agregó maravilla a su performance. Ejecutó con exactitud las figuran complejas y dominó los múltiples cambios de compás con total independencia de manos y pies y una fluidez natural dentro de una pieza extremadamente técnica.
Luego de esta obra, Bagilet presentó a todos los músicos y anticipó lo que fue la ejecución de la versión «menos compleja» de la composición que se acababa de escuchar. Todos los artistas volvieron a brillar en el escenario y los aplausos del público fueron contundentes.
Rompiendo el molde
Era hipnótico ver cómo los músicos cambiaban constantemente de instrumentos, pasaban de un set de tones a un gong, de un glockenspiel a una marimba, de un triángulo a unas campanas, recorriendo el escenario incansablemente y sin solución de continuidad dando muestras cabales de su nivel como intérpretes en cada una de las obras. Todo estaba cronometrado, ensamblado, logrando un dinamismo total. No existieron los tiempos muertos y también hubo un pase de humor protagonizado por Bagilet, el responsable de todo. El gag o efecto cómico fue presentado como «el bombista de Whitney Houston» y fue un momento extraordinario. Acompañado por un relato en off, un bombo y una baqueta, una luz puntual y mucho histrionismo, Pablo hizo reír a todos los presentes con una sola nota, un solo golpe al parche.

El concierto en su totalidad fue una producción enorme, fuera del molde clásico de una presentación de la orquesta. Hubo luces de colores, humo, sombras, pero no hubo cuerdas (más allá del bajo), ni metales, ni maderas, y tampoco se extrañaron. Fue un evento distinto, disruptivo, que enamoró al público a otro nivel.
RePercusión III fue una muestra más de que la Sinfónica santafesina, con la visión de Silvio Viegas, busca la innovación constante; y realmente fue efectiva.