Especiales 10/09/2025

“La política cultural es central en la agenda de los gobiernos democráticos contemporáneos”

Márcio Tavares dos Santos, secretario ejecutivo del Ministerio de Cultura de Brasil, pasó por Rosario y brindó definiciones sobre las acciones culturales públicas. Junto a la ministra Susana Rueda, y en el marco del Festival Brasil, compartieron el panel “Cultura para el desarrollo sostenible”.

Como parte de la intensa grilla de actividades del Festival Brasil, que el pasado sábado 6 de septiembre se desarrolló en la Plataforma Lavardén de Rosario, la ministra de Cultura Susana Rueda y el secretario ejecutivo del Ministerio de Cultura de Brasil, Márcio Tavares dos Santos, compartieron el panel “Cultura para el desarrollo sostenible”. El encuentro permitió descubrir los puntos de contacto entre las políticas públicas desarrolladas por las carteras culturales brasileña y santafesina, dando  cuenta de las coincidencias de miradas y acciones que auguran un camino conjunto por recorrer.

A lo largo del panel fue posible constatar que ambas experiencias de gestión, la brasileña y la santafesina, comulgan en abordar la cultura como inversión. Así lo destacó Tavares dos Santos: «El resultado de la inversión, además de que no es gasto desde el sentido de la matemática más común, también tiene un resultado en términos de la inversión de la calidad de vida de la población que está recibiendo estas políticas. Entonces por eso es que la política cultural es una política central en la agenda de los gobiernos democráticos contemporáneos y cada vez más necesitamos con voz bien alta afirmar el lugar de las políticas de cultura en la agenda política de nuestras sociedades».

Con una Plataforma Lavardén que alojó al Festival Brasil en todos los espacios de su edificio, la exhaustiva jornada, dedicada íntegramente al país vecino, comenzó promediando la mañana y finalizó bien avanzada la noche, brindando variadas propuestas que recorrieron la vasta cultura brasileña, entre ellas música, talleres y gastronomía típica. Con foco en la conmemoración el 203° aniversario de la independencia del país vecino, entre las múltiples actividades destacó el panel que regaló un diálogo por demás enriquecedor entre la ministra Susana Rueda y Márcio Tavares dos Santos.

En su introducción, Rueda dio la bienvenida y el puntapié inicial a lo que fue un cálido intercambio entre pares: «Gracias a Márcio por haber tomado la decisión de elegir esta ciudad para celebrar el aniversario de la independencia de Brasil. Para nosotros es un enorme honor, como lo es tener esta gran cantidad de residentes brasileños en Rosario».

Tavares dos Santos no se quedó atrás y reconoció el momento trascendental que se ha estado viviendo en Santa Fe a raíz de la reforma de la Constitución provincial: «Quería destacar a la provincia por la nueva Constitución y por garantizar allí los derechos culturales. Me parece un marco extremadamente importante para la Argentina y que en Brasil ha sido un marco fundamental en la defensa de los derechos culturales».   

En ese sentido, la ministra de Cultura de Santa Fe sostuvo: «Nuestra Constitución, la de la provincia de Santa Fe, tenía 62 años. Es una de las constituciones más antiguas del país y una de las últimas en ser actualizada. Eso ahora nos convierte en ciudadanos que van a disfrutar de la Constitución más moderna del país; dejando asentado el derecho a la cultura en nuestra constitución para las generaciones futuras».

Es así que a lo largo del conversatorio se destacaron la importancia de la cultura comunitaria y el respeto a las diversidades. Ambos mandatarios enfatizaron el papel fundamental de la cultura en tiempos de desafíos democráticos, ahondando en la profundidad de dicho concepto. «Queremos contarles por qué hacemos este tipo de cultura, la cultura de la proximidad, la cultura de la cercanía, la cultura del respeto, de la multiplicidad de identidades que tenemos en la provincia de Santa Fe, que como todos saben es una provincia muy diversa, y esto tiene que ver con nuestra historia como Ministerio de Cultura –compartió emocionada la ministra Rueda-. Porque esto obedece una decisión política, que fue tomada por el primer gobernador socialista de la República Argentina, Hermes Binner, que tomó la decisión de enaltecer a la cultura a través de la creación de un ministerio que dio en llamarse de Innovación y Cultura. Esta fue una decisión política muy importante porque fuimos el primer Ministerio de cultura en el país».

En esa línea, Rueda destacó: «En Santa Fe queremos la cultura de trabajo frente a la cultura de la especulación. En Santa Fe hablamos de un Estado presente en lugar de una sociedad sometida a las leyes de mercado. En Santa Fe apostamos a la fuerte inversión en obras públicas, muchas de ellas afectadas a infraestructuras culturales. Miles de millones estamos invirtiendo en infraestructuras para el disfrute de la cultura en comunidad, mientras hay recortes a la obra pública a nivel nacional. Estamos convencidos de que la cultura del trabajo es la que nos rescata, la cultura de la comunidad, la cultura de la solidaridad, y también la cultura de la salud y del respeto por el otro y por los otros».

Aunado en esta línea de pensamiento y destacando la importancia de la cultura en Brasil (que desde 1988 consagró los derechos culturales, lo cual permitió el desarrollo de políticas culturales), Márcio señaló: «El Ministerio de Cultura tiene una tarea muy importante en lo que significa fortalecer la democracia. Tiene que ver con que creemos puentes, diálogos, respeto por las diferencias, un encuentro con aquello que en determinado momento nos parece raro, distinto, que no necesariamente es bello pero nos hace pensar. Esta es la gran tarea, la gran posibilidad del arte en la construcción de la democracia. Justamente que al encontrar el samba, el tango, vemos puntos de encuentro, vemos también dónde están alejados, cuáles son los diálogos posibles, y al final de eso cuáles son las síntesis posibles y la innovación posible que se crea. La innovación es un proceso de contraste, de diálogo, de producción, de síntesis, y eso también es lo que es la democracia y eso es la tarea fundamental en sociedades que tenemos extremadamente polarizadas en este momento».

Retomando la idea, Rueda manifestó su coincidencia: «Nos consideramos realmente seguidores de las políticas culturales brasileñas y, por supuesto, hemos tomado muchos ejemplos. De hecho, uno de nuestros programas se llama Cultura Viva. En el caso del programa Barrio Cultura Cotidiana, tiene un principal objetivo que es transmitir saberes ancestrales y los saberes de las personas mayores, y la construcción cotidiana, de saberes cotidianos de la cultura, que se transmiten de generación en generación. También tenemos claro que la presencia de la comunidad brasileña hoy tiene que ver con el amor por sus raíces, pero también con la integración con una ciudad a la que han llegado y que han transformado todos los días».

Luego de celebrar «una vez más la presencia de uno de los funcionarios de cultura más importante de Brasil, uno de los países más admirados en Latinoamérica», Rueda destacó la posibilidad de «poder integrar nuestras políticas, para poder crecer en forma mutua, porque sabemos y debemos asumir los que hacemos cultura, los que creemos firmemente en el papel de la cultura, en empoderarnos y en trazar trayectos como redes que nos unifiquen en proyectos comunitarios. Tenemos que asumir el papel histórico que nos da este momento de cuestionamiento contra las democracias. Es hora de volver a los vínculos de cercanía territoriales y efectivos, a través de los ritos del encuentro y de la participación, para entender una vez más que la salida es colectiva y plural y no individual».

Por su parte Tavares dos Santos se detuvo en narrar el devenir de las políticas de Estado en derredor de la cultura: «Desde el 2003, cuando el presidente Lula da Silva llegó a la presidencia, Brasil ha creado un conjunto importante de políticas culturales, algunas como la Política Nacional de Cultura Viva, que es la política cultural de base comunitaria que se ha convertido en referente de la gestión de la política cultural».

Y ya ahondado sobre dicha visión abordó las diferentes dimensiones del concepto: «La dimensión estética, que es justamente la que trabaja con las lingüísticas artísticas, con la posibilidad de la innovación estética. La dimensión económica, porque la cultura y el trabajo cultural generan empleo, oportunidad, renta. En nuestro caso, en Brasil, estamos hablando de 3,11% del PBI, de 7 millones de personas que trabajan todos los días en áreas de economía creativa. Un 5% de la fuerza de trabajo empleada en el país está empleada en el área de las economías culturales. Y la dimensión ciudadana, que es justamente reconocer que dentro de la diversidad que nosotros tenemos, no se trata de llevar cultura a las comunidades, sino de reconocer el potencial que tienen todas las comunidades como productores de cultura».

Un concepto no menor en cuanto a la contribución al proyecto de desarrollo del país y en el que se encuentran trabajando en su país, refirió Márcio, es el de federalismo cultural, «que significa organizar un sistema nacional de cultura. La inversión en cultura tiene un resultado práctico importante que es algo que genera empleo, renta, oportunidad, democracia y que está en la frontera de lo que es la tercera revolución industrial, que es de las economías creativas».

En cuanto a la experiencia santafesina, Rueda enfatizó su profunda convicción: «Cuando el Estado está presente en el territorio garantizando el acceso a la cultura, bajan los índices de violencia. Teniendo en cuenta ese concepto, que es clarísimo y transparente, estamos implementando el programa Barrio Cultura Cotidiana en los territorios, donde también hemos comprobado cómo los niños y niñas que van a los talleres pueden mejorar su desempeño en el aprendizaje en la escuela. También hemos implementado un programa que se llama Re-Suena, orientado a los sectores más vulnerables, que son pasibles de ser cooptados por el narcotráfico, como son adolescentes y jóvenes. Este programa tiene como objetivo capacitar e implementar trayectos formativos en música y artes urbanas, porque detectamos que ese es el mejor lugar para llegar a los jóvenes en los barrios más vulnerables».