(Texto: Erika Saita) «Carteira Assinada», de Pietro Picolomini, es una producción estrenada en la Competencia Argentina de Largometrajes del FIDBA 2023. El documental fue premiado por Pulsar Santa Fe y para su realización contó con el apoyo del Ministerio de Cultura de la provincia, a través de la Comisión de Filmaciones y del programa Plan Fomento. El largometraje, que se estrenará este jueves a las 20.30 en Cine El Cairo (Santa Fe 1120, Rosario) cuestiona qué representa el trabajo en nuestras vidas, y fue grabado en 2022 en San Pablo, Brasil. A través de sus experiencias laborales los personajes comparten historias de sus vidas, sus conquistas, rencores, alegrías, decepciones y expectativas.

– Este documental es una coproducción entre Argentina y Brasil con sede en Rosario, y además es tu ópera prima. ¿Hay algo de tu propia historia en todo ello?

– Sí, hay algo muy personal en el proyecto, ya que empecé a trabajar de chico, a los 12 años, y enseguida adquirí conciencia de clase y me di cuenta de que el trabajo es una categoría central en la vida de todas las personas, es lo único que genera valor, al contrario de lo que dice el pensamiento neoliberal. Cuando Dilma Roussef es derrocada en Brasil, una de las primeras medidas del gobierno golpista de Michel Temer fue flexibilizar los derechos laborales, echando a millones de personas a la informalidad y a la desocupación, lo que se profundizó en el gobierno Bolsonaro, que redujo el Ministerio de Trabajo a una secretaría, con consecuencias desastrosas. Hacer este documental significa para mí encontrarme con personas de la base de la pirámide social, con quien siempre conviví, y escucharlas –no darles voz, como equivocadamente se suele decir– y conocer algo de sus vidas más allá de las estadísticas. Los números están hechos por personas que la reman todos los días, sufren y aún así sueñan con un futuro mejor.

– ¿Cuál fue el disparador que llevó a la elección de esta temática y el impulso que luego motorizó su realización?

– La idea de la película surgió el 2013 mientras coordinaba un taller en la ciudad de Sorocaba, en Brasil, y entrevisté a una señora en un geriátrico quien, sin que nadie se lo dijera, sacó su libreta de trabajo de un cajón y contó su vida a través de sus registros laborales. Fue cuando me di cuenta de que el trabajo es una categoría privilegiada de acceso a la memoria colectiva. En ese momento, Brasil vivía el primer gobierno de Dilma Roussef y tenía pleno empleo. La propuesta del documental en ese entonces era convocar personas a través de un anuncio que sería publicado en diarios, para que hablasen de sus vidas en grabaciones de estudio, con sus libretas de trabajo como dispositivo para acceder a sus recuerdos. Cuando retomé el proyecto en 2020, Brasil ya vivía el gobierno Bolsonaro, y la tasa promedia anual de desempleo era de 13,5% la mayor de la serie histórica registrada. En ese marco, se organizaron varias ferias de empleo, eventos realizados por sindicatos para mediar la oferta y demanda de trabajo de empresas, con filas multitudinarias, con más de 15 mil personas. La propuesta del documental fue afectada por la realidad y fue modificada para que las grabaciones se realizaran en una fila con miles de personas buscando trabajo. La pandemia generó mucha incertidumbre sobre si esos eventos multitudinarios se volverían a realizar, pero el proyecto siguió su desarrollo. Mientras duró la pandemia, el proyecto fue premiado en el Concurso Federal de Desarrollo de Proyectos Documentales Inéditos–Incaa, y participó del ODS Lab Construir Cine (Argentina), Pulsar Santa Fe y Frontera Sur Lab (Chile), con tutoría de Marta Andreu (España) y Gustavo Fontán (Argentina).

– Si bien los testimonios son de residentes de Brasil bien podría ser la escena de una ciudad argentina, ¿qué similitudes y diferencias encontrás en ello?

– Pienso que más allá de las diferencias históricas, culturales, políticas y sociales entre Argentina y Brasil, sufrimos procesos parecidos, sea en las dictaduras de los años 60/70, los gobiernos neoliberales de los 90, más recientemente el lawfare como instrumento político de ataque a líderes progresistas, y ahora, la asunción de un gobierno de extrema derecha. En ese sentido, las filas que vemos en el documental pueden ocurrir en cualquier país de Sudamérica, las realidades de la clase obrera son muy similares, el narcotráfico, la corrupción de los tres poderes, la pobreza, la ausencia del estado afectan a esas poblaciones de maneras muy semejantes. Por eso creo que «Carteira Assinada» trae visiones que, si bien son de brasileras y brasileros, pueden ser encontradas por todo el continente. La principal diferencia que puedo vislumbrar entre Argentina y Brasil en este tema es la actuación sindical. Pienso que la sociedad argentina es más susceptible a la actuación de los sindicatos, que son un mecanismo de defensa de los derechos laborales más efectivo que en Brasil.

– ¿Cómo ves el crecimiento de la industria del cine santafesino? ¿Qué cosas creés que se deberían seguir trabajando para mejorar nuestro cine?

– Llegué a Santa Fe en 2011, y desde entonces veo que la producción cinematográfica en la provincia se ha desarrollado muchísimo, sea por la masificación de los medios de producción, que posibilita que más personas accedan a hacer cine con pocos recursos, bien como con la ampliación -insuficiente, es necesario decirlo- de los mecanismos de fomento a la producción audiovisual. Cuando hablamos de cine regional, necesitamos de políticas públicas y mecanismos de fomento que garanticen la pluralidad de voces, porque el capital privado es cobarde, no invierte en obras que no le garanticen de antemano el lucro, haciendo que no se busquen miradas diversas y no hegemónicas, pasteurizando el arte. También creo que la industria cinematográfica santafesina se potenciaría con la creación de un curso universitario de cine en la UNR, bien con la aprobación de la Ley de Cine, que actualmente está siendo discutida y pleiteada por la comunidad audiovisual santafesina autoconvocada, que también pide por un cine argentino unido y federal. La aprobación de la Ley de Cine provincial es urgente, porque garantiza que les productores locales tengan los recursos necesarios para ampliar las miradas sobre nuestra gente y nuestra realidad, posibilitando que se desarrolle cada vez más industria y, principalmente, que se genere trabajo.

En este marco, Picolomini destacó: «El apoyo del Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe, de la Comisión de Filmaciones y del Plan Fomento, bien como los apoyos de la Municipalidad de Rosario y del Incaa, posibilitaron el desarrollo y la postproducción del documental. Por eso somos muy agradecidos a estas instituciones, que reconocieron la relevancia de la propuesta y del tema, lo que nos hace creer que más allá del momento difícil que estamos viviendo, es posible unirnos alrededor de un cine que proponga la reflexión crítica de la realidad, contribuyendo desde lo simbólico a la lucha política en favor del pueblo».

– ¿Te gustó el resultado final?

– Este documental pertenece a la rama que podríamos llamar de «cine del encuentro», donde lo principal es que se establezca una relación entre el equipo de grabación y las personas interpeladas por la propuesta. Si no hay una relación de confianza entre las partes, no hay película. También me pone contento el proceso de realización, porque cuando se considera que el rodaje se realizó en una jornada, puede parecer que fue una producción simple, cuando es al revés, porque pasamos por laboratorios, y mientras desarrollamos el proyecto grabamos 11 horas de material en San Pablo, editamos otro largo con este material, para saber qué funcionaba y dónde nos estábamos equivocando. Al fin y al cabo, estoy muy feliz con el resultado final del documental, creo que cumplimos con lo que se planteó en el proyecto y de alguna forma superamos nuestras propias expectativas.

Por último, Picolomini agregó : «Haber estrenado el documental en el marco de la Muestra Competitiva Argentina en el FIDBA ya nos dejó muy felices. Ahora el documental va a pasar por el circuito de festivales nacionales e internacionales, para luego ser comercializado en salas y plataformas de streaming».