El barrio Santo Stefano Belbo de la ciudad de Gálvez fue escenario este fin de semana de un encuentro en el cual el juego reclamó su apogeo, en procura de entablar vínculos innovadores, amables y solidarios para vivir en comunidad. Los desarrollos, alcances y propósitos de encuentros de estas características forman parte de la mirada estratégica del Ministerio de Cultura de Santa Fe en estos tiempos. Por esa razón, Cultura estuvo presente allí con Jugar es Nuestro Patrimonio, un programa de la Subsecretaría de Identidad y Territorio.

Desde la mañana, centenares de personas se congregaron en el Salón de Usos Múltiples del barrio Santo Stefano Belbo de Gálvez para participar de las propuestas que sugiere Jugar es Nuestro Patrimonio; sugerencias que, si bien tienen a las infancias como primeras destinatarias, abren sus puertas a otras generaciones para fomentar el legado e intercambio de juegos.

La organización del encuentro del sábado, que comenzó desde hora temprana, estuvo articulada con la Municipalidad de Gálvez, a propósito de la puesta en marcha de «Rayuela», una biblioteca para el barrio Santo Stefano Belbo, a partir de un convenio entre las autoridades municipales y la Biblioteca Popular «Dr. Andrés Egaña» de dicha ciudad. El objetivo de la Municipalidad de Gálvez es que, a futuro, cada barrio galvense cuente con una biblioteca propia, dotada de literatura para infancias y juventudes.

De esta manera, el encuentro de Gálvez conjugó lectura de cuentos e intercambio de libros con los dispositivos lúdicos de Jugar es Nuestro Patrimonio, entre ellos el protagonizado por Ludovico el Juegomensor, el personaje que va midiendo la capacidad de juego de los presentes. Y en cuanto al legado de juegos, los más jóvenes recibieron dos obsequios de la memoria de los mayores: el sapo y la taba.

Vale destacar que la participación de los equipos de Jugar es Nuestro Patrimonio el sábado pasado en Gálvez ocurrió luego de la presencia en el lugar, un mes antes, de los equipos técnicos del programa, ocasión en la que se compartieron reflexiones y capacitaciones acerca del trabajo con las infancias con gente abocada a espacios de cuidado y jardines maternales.

Jugar es Nuestro Patrimonio es un programa que invita a conectar aquellos juegos de diferentes épocas con el entramado de las distintas identidades de nuestro territorio. Desde esta mirada, el programa del Ministerio de Cultura invita a mapear los territorios donde jugamos y a recuperar memorias para ponerlas en acción.

Se trata de reconocer esas experiencias de jugar que todos tenemos y de las cuales somos autores y protagonistas. La propuesta reconoce a niños y niñas como sujetos de derecho, activos y con capacidad de ejercer en autonomía su participación en los espacios que habitan. Jugar es Nuestro Patrimonio propone abordar esta temática desde tres dimensiones: formación y capacitación para equipos de trabajo, procesamiento de la colección y dispositivos lúdicos de acción-intervención en territorio.