(Texto: Gabriel Zuzek) Es necesario animarse a indagar en las formas y en los formatos, en sortear el follaje de dificultades que suele imponer esa entelequia que denominan realidad y en ese trayecto encontrar el claro o, al menos, la íntima percepción de una zona iluminada. Y sucede que esa luz, al igual que la que el inmenso Homero Manzi encontró en los arrabales de Pompeya en los primeros años del peronismo, dio lugar al microprograma “Una luz de Almacén”: un proyecto que nació en el sur del territorio santafesino, específicamente en ese faro cultural que es la ciudad de Venado Tuerto.

A esta altura, y tal vez bajo una auténtica modestia, hay que decir que el trabajo que viene realizando -desde hace años- el personal del Teatro Ideal es un ejemplo que revaloriza una filosofía y un linaje que engloba una identidad propia en todo lo que se refiere al arte en general. “Una luz de Almacén” está realizado con recursos técnicos y humanos de los trabajadores del Teatro Ideal, llevando al terreno audiovisual una deriva del Taller Experimental de Dramaturgia coordinado por Paul Citraro y dirigido por Mauricio Sariaga.

Y desde el inicio está sostenido en “construir en construir horizontalidad social a los fines de humanizar las actividades artísticas. Es decir, generar vínculos entre pro-comunes y aquello inalcanzable que sostenemos en un imaginario como por ejemplo la comunidad artística”, expresa en ese sentido Citraro. El periodista, productor e integrante del grupo de trabajo del Teatro Ideal, indicó también que este nuevo proyecto “pretende compartir con otros determinados momentos de trato e inicios. Produciéndose así el inicio de una conectividad, de una pequeña escala; una muestra de empoderamiento ciudadano”.

Sobre el microprograma

“Una Luz de Almacén” es una atmósfera donde se respira la palabra escuchada. Un espacio en el que se comparten las experiencias y las energías a través de un relato. Los protagonistas siempre son dos. Indistintos, pero con un discurso afectivo, práctico y cercano. Es la excusa perfecta para establecer una conversación entre dos afines. ¿Qué me pasa y qué le pasa a él y a ella, cuando hablamos de…? Tal vez no se van a resolver los problemas en esta conversación, pero quizás, estos gestos breves, alienten la construcción de nuevas cercanías. Aunque ese mundo, sólo esté habitado por dos personas.

“Una luz de Almacén” es un micro realizado bajo la tutela del Ministerio de Cultura de la provincia de Santa Fe y grabado en las instalaciones del Centro Cultural Provincial Ideal de Venado Tuerto. Participan como invitados Juliana Seghetti (terapeuta ocupacional, directora Centro de Día “Rizoma”), Roque Carrasco (profesor de Educación Especial, murguista, actor y director de teatro) y Jerónimo Marroquin en el desarrollo audiovisual.