Crónica 23/08/2025

Futuro prometedor: la Sinfónica santafesina actuó junto con la Orquesta Juvenil de la Escuela de Música N° 9901

El organismo profesional subió a escena junto a la joven formación de la institución provincial. El concierto se desarrolló a sala llena en Ate Casa España, y estuvo a cargo de los directores de ambos organismos: Silvio Viegas y Manuel Marina.

El decimoprimer concierto de la actual temporada de la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe fue muy especial. No por algún solista invitado, ni por un repertorio poco habitual. No por algún director ajeno, ni por alguna mención protocolar. Nada de eso tuvo lugar la noche del viernes pasado en ATE Casa España. Fue algo más especial.

A las 21 horas del viernes 22 de agosto, una sala repleta de público se encontró, como hace más de 15 años no ocurría, con un escenario colmado de músicos. Más de 110 artistas reunidos para dar uno de los conciertos más atractivos del 2025: La Sinfónica provincial de Santa Fe y la Orquesta Juvenil de la Escuela Provincial de Música N° 9901. Juntas, bajo las batutas de dos Maestros: Silvio Viegas y Manuel Marina.

En esta temporada, la cuarta de Viegas al frente de la orquesta profesional santafesina, se logró algo que no se había conseguido desde que inició su mandato (aunque siempre estuvo en el tintero): que la agrupación profesional se abrace con la juvenil, cantera de la que saldrán los artistas del futuro, músicos que llegarán a los atriles propios y también de elencos alrededor del mundo.

El programa fue una experiencia exquisita. Complejo para los jóvenes y desafiante para los profesionales. Unos aprendiendo y otros enseñando, todos dando lo mejor de sí en un concierto que fue imponente.

Más allá de las diferencias en los caminos recorridos de cada artista, las dos orquestas sonaron como una. Vibraron en la misma frecuencia, al unísono, pintando cuadros sonoros riquísimos. Jóvenes y adultos, adultos y jóvenes, no había diferencia. Todos artistas compartiendo su amor por la música, trabajando por un objetivo común: enamorar al público.

El programa estuvo compuesto por cinco obras. Tres fueron conducidas por el titular de la Sinfónica y dos por el director de la Juvenil, el Maestro Manuel Marina. Él comenzó el concierto con la «Danza Eslava Nº1 Op. 46» de Dvorak y también abrió la segunda parte con la «Danza Eslava número 8», de igual opus que la anterior. En las dos oportunidades, Marina brilló en el ejercicio de unir en un mismo escenario a la Orquesta Juvenil y a la Sinfónica provincial para interpretar las danzas. Con solvencia y energía logró equilibrar la frescura estudiantil con la solidez de los músicos experimentados, alcanzando un resultado apasionante, lleno de matices y emoción, que realzó el valor formativo y artístico de tan única experiencia.

Silvio Viegas, en sus tres intervenciones, también fue dueño de una dirección imponente. Con batuta firme supo amalgamar a los dos elencos sin fisuras. Con mucha claridad combinó la experiencia profesional con la energía de la juventud logrando un sonido único, digno de una formación unificada. Con dos obras de Tchaikovsky (suite del ballet «El Cascanueces Op. 71A» y «Capricho Italiano Op. 45») y una de Elgar («Pompa y Circunstancia Marcha 1 Op. 39»), construyó un relato musical muy atractivo. Supo convertirse en un director riguroso pero contemplativo que generó espacios para el aprendizaje y la tutela de los profesionales del mañana y para el destaque de los consagrados. Todos brillaron con la misma intensidad, cada uno con su luz.

El concierto fue un espectáculo, con cada artista aportando su esfuerzo y dedicación y dos directores movilizados por el mismo objetivo: apostar al futuro de la música académica.

Al principio de la segunda parte, Manuel Marina agradeció desde el podio y convocó a la directora de la Escuela de Música N° 9901, Marisa Croatto, para que pudiera expresar lo que significó el concierto para la Orquesta Juvenil. Reconocieron la labor y el aporte de Silvio Viegas y le entregaron un presente como gratificación. 

Cuando Viegas recuperó el podio, hizo lo mismo: agradeció pero también reconoció el gran trabajo formativo de la institución educativa para el futuro de la música. Mientras miraba a los jóvenes artistas de la orquesta escuela, terminó su intervención diciendo: «Sin ustedes, nosotros moriremos».