El viernes 24, en vísperas del día en el que se celebra el nacimiento de la Patria, la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, que depende del Ministerio de Cultura, se presentó en su ya tradicional y esperada Velada de Gala conmemorando la Revolución libertadora. El espectáculo fue en el Teatro Municipal 1º de Mayo de la cuidad de Santa Fe, uno de los edificios culturales más pintorescos del país, y su sala principal estaba absolutamente colmada de público.

Como es costumbre, en la previa a la presentación patriótica de la Orquesta en el Municipal, cuando el clima lo permite, voluntarios reparten chocolate caliente de forma gratuita y a todo quien se acerque al puesto armado frente a la escalera principal, tradición que sigue en pie a lo largo de los años y que en esta oportunidad estuvo a cargo del Centro de Veteranos de Malvinas.

Se contó, entre todos los concurrentes, con la presencia del Gobernador de la Provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; la titular de la cartera de cultura provincial, Susana Rueda; el secretario de Desarrollos Culturales, Paulo Ricci; y la directora de Organismos y Espacios Culturales, Patricia Hein. También asistieron el intendente de la capital provincial, Juan Pablo Poletti; la presidenta del Consejo Municipal, Adriana «Chuchi» Molina; y Luciana Ceresola, secretaria de Cultura de la Municipalidad.

Al momento del ingreso, Susana Rueda fue consultada sobre el objetivo del Ministerio en relación a la difusión cultural y explicó: “Nuestro objetivo principal como Ministerio es poner a disposición de la gente el arte, la música, a través de una cultura pública que esté presente y facilite el acercamiento a la belleza de todas y todos”.

“A pesar del frío podemos disfrutar de una noche hermosa con un público increíble y entradas agotadas. Además, la Orquesta, el director con su carisma y todos los músicos, nos ofrecieron un espectáculo maravilloso para festejar un nuevo aniversario de nuestra Patria”, concluyó.

Una gran responsabilidad

El concierto patrio fue ideado y conducido por el Maestro Silvio Viegas, titular de la Orquesta, y contó con la participación del guitarrista argentino Juan Francisco Almada como solista invitado. Como dato de color, también estuvieron presentes Ramiro Gallo e Ignacio Freijo, compositores de dos obras -ambas estreno mundial- incluidas en el programa. Este comenzó con el «Himno Nacional Argentino» (V. López y Planes y B. Parera) y se completó con «Preludio del Insilio» (Freijo), patrocinada por la Asociación Argentina de Compositores; el poema sinfónico “Viajero” (Gallo) y la «Primera Obertura de concierto, Op. 15», de Alberto Williams, siendo coronado con el Concierto para Guitarra «Aranjuez» de Joaquín Rodrigo, presentado por acuerdo con Barry Editorial, representante exclusivo del editor original.

En palabras del propio Viegas en notas previas para televisión “(…) dirigir este concierto es una gran responsabilidad. Empiezo con el Himno Argentino, una hermosa obra con mucha pasión. Una pasión muy argentina que hay que conocer para saber interpretarla como quiere el público, respetando el sentimiento de este país hermano, porque por más que yo me sienta en casa, en familia, soy brasileño”.

Objetivamente, Viegas dio la talla en la conmemoración. Condujo la canción patria con un sentimiento muy nativo, lo hizo mirando al público y cantando a viva voz. Muy emocionante. En las tres obras que siguieron al himno mostró la calidad artística a la que tiene acostumbrada a la audiencia. Su desempeño fue exquisito. En la última obra del concierto supo correrse del spotlight dejando en el centro de la escena al solista invitado para la ejecución de Aranjuez. Almada tomó su lugar al lado del podio y su equipo amplificador con su guitarra en mano mientras los aplausos de todos le daban la bienvenida, se sentó, miró al Director y continuó la función. Durante toda la obra Almada no perdió el talante de artista consagrado. Estuvo seguro en todo momento y fue gentil con su guitarra, elevando su sonido a niveles brillantes. La destreza del intérprete hizo que la dificultad de la pieza quedara camuflada, imperceptible, en una armonía sublime acompañada por una orquesta impecable.

Al finalizar «Aranjuez», la elocuencia de los aplausos de toda la sala cerró el concierto que se dio en el marco de los festejos por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo de 1810.

La orquesta sigue diciendo presente ante un público cada vez más grande. Cumple su misión con creces, acercando la cultura a la gente con gran éxito.