(Texto: Erika Saita) Como parte de las actividades del «Mes M: Mujeres, Memoria, Movimiento», este sábado 9 de marzo, a las 21, la Terraza de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza, Rosario) recibirá a La Ferni y Nahuel Quipildor, quienes presentarán «Sótano nunca, siempre terraza», espectáculo de folklore contemporáneo y disidente que resignifica el cancionero popular latinoamericano.

Ferni de Gyldenfeldt es la primera cantante trans no binarie de folklore que ha llegado al Pre-Cosquín y quien dejó un precedente fundamental al lograr modificar los rubros cantante masculino y femenino a solista vocal. Y aunque ella no se crea una referente, confiesa: “He recibido comentarios como un señor en la calle me paró para decirme que yo soy la persona que a él le hubiese gustado ser y no se animó, o recibir el abrazo de una mujer que me cuenta que tiene un hijo trans y me da las gracias por estar. En este contexto, me da felicidad que exista Brotecito, un álbum tan importante”. La cantante hace referencia al disco conformado por un cancionero que recopila obras compuestas por artistas travestis, trans y no binarias, que puede descargarse de manera gratuita y se distribuye a 300 instituciones de formación musical.

La artista viene de una familia totalmente musical, donde la cultura, los libros y la pintura siempre fueron parte de esos paisajes. “Esos alimentos”, dice ella. “Tuve la suerte de tener esos alimentos importantísimos de mi familia, de alimento cultural, toda una miscelánea de estilos, de géneros, de artes, interdisciplinario totalmente, de verdejo poeta, melómano, pintor”. A sus 12 años comenzó a estudiar guitarra. Por su papá escuchaba ópera y por su mamá tango y folklore. Estudió canto lírico en la Universidad Nacional de las Artes. A sus 24 incursionó en la comedia musical, y ya un año después armó junto a su hermana Luchi el proyecto Ópera Queer, aunque luego ella siguió por el camino del canto lírico, mientras que La Ferni siguió con el folklore.

En referencia a sus primeros pasos, dice: “Recuerdo fuertemente la voz de Liliana Herrero, la voz de esta cantora tan impresionante, y las ganas, la necesidad de empezar a tocar. Y lo más relacionado para acompañarme era la guitarra. El folklore era entonces para mí, y lo puedo ver ahora. Estos ritmos, melodías, estas poesías, eran verdaderamente algo que observaba yo, una herramienta que decodificaba y permitía decodificar lo que le pasaba a la gente, al pueblo”.

A sus casi 20 años de edad aparece el otro folklore, ese otro que se puede usar como una herramienta de denuncia, la posibilidad de poner en la sociedad ciertos temas, de vehiculizar situaciones injustas: “Es cuando aparece en mi vida la Negra (Mercedes) Sosa, que es la mayor referente de todas y por quien me llegaron las canciones de Atahualpa”.

En su segunda participación en Rosario, La Ferni interpretará obras que van desde Atahualpa Yupanqui hasta Susy Shock, pasando por Teresa Parodi, Raúl Carnota, Fito Páez. La puesta en escena refleja su sensibilidad y compromiso poético con la sociedad actual. Para finalizar, concluye entusiasmada: “Tocar en un escenario como el de Lavardén tiene un significante especial para mí porque es donde participé, hace casi un año atrás, por primera vez llevando la propuesta folklórica nueva, disidente y contemporánea a otros escenarios, que no fueron los habituales, saliendo de Ciudad de Buenos Aires, de manera autogestiva y con la alegría de llegar a todos los públicos. Volver a Rosario me genera una emoción muy grande porque es allí donde empezamos a tejer los lazos de amor, tan importantes para la vida de les artistas”.