La Sinfónica de Santa Fe se presentó bajo la dirección de Mateus Araujo

El organismo provincial volvió a presentarse en el Teatro Municipal, conducida esta vez por el maestro brasileño.

El pasado viernes 22, la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe se volvió a presentar en el Teatro Municipal 1º de Mayo, sala que no visitaba desde el 4 de agosto cuando participó en la última edición de Trombonanza. En este último concierto, el encargado de tomar las decisiones en el podio fue el Maestro brasileño Mateus Araujo, invitado para la ocasión. El programa que Araujo eligió para su paso por Santa Fe tuvo tres obras. La primera fue de su autoría, la segunda del francés Gabriel Fauré y la tercera del danés Carl Nielsen.

Como ya nos tiene acostumbrados la Orquesta, a las 21 comenzó el concierto ante una sala colmada de público que, con anticipación, había retirado sus localidades gratuitas por la boletería del teatro los días previos. Más de setecientas personas estuvieron en la presentación y debut de Mateus en suelo santafesino.

Los primeros compases de la velada fueron de la Obertura sinfónica “Quintas” (Araujo) que como bien explicó el Maestro, fue escrita e inspirada en la región sur de Brasil -sus partes eran Las Tierras, Las Aguas, Los Pueblos y El Tiempo- influida por las primeras obras del argentino Alberto Ginastera. Luego de su música, el director compartió su versión de «Pelléas Et Méllisandre, op. 80» (Fauré), música incidental de finales de 1800 que relata una trágica historia de amor. Fue notable cómo en la presentación convivieron las características intrínsecas de las formas de Fauré. Refinamiento, armonía, sensibilidad, delicadeza, elegancia y claridad dieron entidad a sonidos cautivantes y emociones fuertes.

El concierto terminó con la ejecución de la «Sinfonía Nº 5, op. 50» de Nielsen. Interpretada por primera vez por la Sinfónica, tuvo un resultado fascinante. Al haber sido escita al finalizar la primera guerra mundial, es una composición en la que puede sentirse la presión del enfrentamiento bélico. Es una síntesis exquisita de las emociones que se vivieron en esa época de desolación en el viejo continente, de la desolación y devastación que ciudades enteras experimentaron como resultado de las decisiones de unos pocos.

Todo el programa se resumió en aplausos y ovaciones para el Maestro Araujo y su calidad interpretativa, reconocimiento a los músicos y su pericia y muestras del compromiso del público con su Orquesta Sinfónica Provincial.

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