Entrevista 16/10/2025

Maristella Svampa: «La aceptación de la policrisis civilizatoria nos llevaría al colapso integral y al capitalismo del caos»

La destacada investigadora y doctora en Sociología participará de la Feria Internacional del Libro de Rosario presentando su último libro, “Policrisis”. La actividad, organizada por el Ministerio de Cultura, se realizará el viernes 17, a las 19, en la Sala 1B del Cultural Fontanarrosa.

Como parte de las actividades diagramadas por el Ministerio de Cultura provincial para la Feria Internacional del Libro de Rosario, este viernes 17 de octubre, a las 19, se llevará adelante la presentación de «Policrisis. Cómo enfrentar el vaciamiento de las izquierdas y la expansión de las derechas autoritarias», el nuevo trabajo de la doctora en Sociología Maristella Svampa, que estará acompañada por Marilé di Filippo. En esta obra, Svampa profundiza algunas de las temáticas trabajadas en anteriores publicaciones, reflexionando en torno a una sucesión de crisis que permiten comprender el avance de gobiernos de extrema derecha en distintas partes del mundo, como así también alertar sobre los efectos del cambio climático derivado de la «dinámica depredatoria del capitalismo».

Luego de la publicación de «El colapso ecológico ya llegó. Una brújula para salir del (mal)desarrollo» (editado en 2020, en coautoría con Enrique Viale) y «La transición energética en Argentina» (2022), en «Policrisis» Svampa extiende su reflexión sobre la normalización de los autoritarismos a nivel global, el corrimiento de las agendas y una crisis climática que define como antrópica. Investigadora Superior del Conicet, Svampa aporta su mirada crítica en búsqueda de respuestas a las crisis de este tiempo.

– Si bien en trabajos anteriores ya habías abordado algunos de los ejes tratados en «Policrisis», ¿cuándo empezás a configurar las conexiones entre las diversas crisis que se desarrollan en el libro?

– Comencé a utilizar el concepto de policrisis en el año 2022 como un concepto diagnóstico y más organizador que permitía captar la multidimensionalidad de la crisis y su carácter más integral. Ya no se trataba de enumerar las sucesivas crisis, como la crisis climática o la crisis energética, que estábamos trabajando con diversos grupos en otros momentos, sino también el incremento de las desigualdades, la escalada bélica. No hay que olvidarse de la guerra de Ucrania en 2022 y su relación con la crisis energética. Y por supuesto la expansión de las extremas derechas y la erosión de la democracia. Entonces el concepto de policrisis nos permitió, finalizada la pandemia, dar cuenta del pasaje de esa coyuntura o de esa crisis extraordinaria que fue la pandemia del Covid, a una crisis más sistémica, de carácter más holístico, cuya escalada estamos viendo actualmente. La noción de policrisis es utilizada por diferentes autores, yo no soy la única, pero sí trato de darle un sentido mucho más radical a la misma.

– Sin anticipar conclusiones (o, para decirlo en otros términos del momento, no spoilear el libro), ¿cómo es posible revertir el colapso generado por estas diversas crisis?

– Eso es parte también de la llamada batalla cultural, porque la policrisis civilizatoria, o mejor dicho, la aceptación de la policrisis civilizatoria, nos llevaría al colapso integral y al capitalismo del caos, en una acentuación hiperbólica que implica la destrucción de las bases de la democracia, pero también el choque contra las fronteras planetarias. Entonces, en esa línea urge construir propuestas que articulen la justicia social con la justicia ambiental, que se orienten a un escenario de transición ecosocial justa y sostenible. Para ello, afrontar la policrisis significa hacerlo en términos multiescalares, en términos globales, regionales, latinoamericanos, nacionales y, por supuesto, también locales. En términos locales, sin duda es necesario pensar en esta disputa que se instala en el sentido común, un sentido común muy colonizado por la cultura de la resignación, la aceptación de que estamos frente a lo peor y que no hay salida. En ese sentido es necesario promover la imaginación radical, construir narrativas de futuro que necesariamente anclan en la acción colectiva, anclan en la generación de vínculos de solidaridad y estrategias de cooperación que sin duda se oponen al régimen afectivo y político que proponen no solo las extremas derechas, sino también los capitalismos neoliberales, en base a una narrativa más tecnocrática.

– En una entrevista con la periodista rosarina Sonia Tessa, para Página/12, explicabas que «sólo un Estado con planificación puede lograr instalar políticas de transición ecosocial justa». En esta línea, resultaría esencial poder pensar al Estado ya no como la gestión de un determinado cuerpo político sino, más bien, como la posibilidad de generar consensos que determinen la continuidad de políticas de Estado a través de sucesivas gestiones. ¿Es eso posible?

– Bueno, estamos atravesando una enorme crisis sistémica también en la Argentina, en donde, como hemos visto en los últimos días, Milei pretende convertir a nuestro país en una suerte de protectorado norteamericano. Yo trabajo hace varios años en el marco del equipo Transiciones, que es un equipo de equipos con el cual compartimos un diagnóstico común acerca de la policrisis, pero creemos que es necesario ir más allá y proponer alternativas de transición ecosocial para la Argentina desde la Argentina. Estamos convencidos de que más allá de que estamos yendo a contracorriente de lo que promueve el gobierno de ultraderecha de Milei, más temprano que tarde estos serán los grandes temas que van a atravesar a nuestra sociedad y se van a discutir para construir, o con la idea de construir, una Argentina diferente como nación soberana, como una nación justa y sostenible. Efectivamente el Estado argentino tiene muchas insuficiencias, como se ha visto en las últimas décadas, pero no es destruyendo el Estado o sin Estado que vamos a afrontar los riesgos de la policrisis, sino con más Estado. Pero no cualquier Estado, sino un Estado ecosocial que asuma la gestión de los riesgos sociales y ambientales. Y cuando hablamos de los riesgos sociales, estamos hablando de una batería de políticas públicas que apunten a la reducción de la desigualdad a través de un sistema nacional de cuidados, a través de una reforma tributaria integral progresiva y de un ingreso universal ciudadano. Y por otro lado estamos hablando también de una dimensión ecológica o ambiental importante que proteja a través de una batería de políticas públicas, los bienes comunes, que avance en políticas de adaptación al cambio climático y por supuesto que elabore una agenda de transición energética hacia energías limpias. Y, por otro lado, también se están desmantelando las políticas de protección ambiental que hemos construido a lo largo de 40 años de lucha, de 40 años de democracia en Argentina. Con lo cual, efectivamente, el escenario que se abre en Argentina es de una reconstrucción desde los cimientos, porque Milei ha venido a destruir todo y a entregarlo también a las potencias extranjeras. En relación a los consensos, creo que se tienen que lograr en relación a la defensa de la vida. Hoy hay numerosas movilizaciones sociales que colocan en el centro la defensa de la salud, la defensa de la educación, que defienden también a los jubilados, que han trabajado toda su vida. Estas son luchas que colocan en el centro, sin duda, la defensa de la vida. Si hay posibilidad de construir un consenso, sin duda este va a tener en el centro la vida concebida como digna, justa y sostenible.