A un día de la apertura de una nueva convocatoria de Residencias Culturales, en el mediodía del martes el Ministerio de Cultura reunió a más de 150 jóvenes que están transitando las últimas semanas de sus trayectos en las Residencias 2024. El encuentro se desarrolló en Casa Arijón y contó con la presencia de la ministra Susana Rueda, que recibió a las y los jóvenes destacando su participación en el plan de recuperación y reapertura de los espacios culturales provinciales iniciado en diciembre de 2023, y expresó: «Gracias por la voluntad, gracias por la pasión que pusieron en cada uno de los espacios. Todas las personas con las que hablamos nos dijeron maravillas de nuestros residentes culturales. Así que enormes gracias, los abrazo profundamente».

En su intervención, la ministra recuperó algunas historias de transformación que atravesaron participantes de las Residencias, jóvenes que encontraron nuevos horizontes a partir de su paso por los espacios públicos que sostiene el Ministerio de Cultura. Las experiencias transformadoras se repetían en las voces de las y los jóvenes que en el mediodía del martes se encontraron en la casona de Arijón 84 bis, en Rosario.

«Aprendí mucho, compartí mucho con los chicos y también a su vez con adolescentes y mujeres adultas, las cuales también participan de los talleres», destacó Tatiana, que desarrolló sus tareas como residente en los Aleros de Violla Gobernador Gálvez, en la que fue además su primera experiencia con el trabajo cultural.
El trabajo con coordinadoras, coordinadores y el personal de los espacios culturales fue destacado por las y los jóvenes en cada ronda, en cada consulta. Así lo resaltaron también Macarena, Rosario, Mora, Malvina, Sol y Pedro, residentes del Museo de Ciencias Naturales “Dr. Angel Gallardo”, en Rosario.

«La verdad que fue una experiencia hermosa, de mucho crecimiento para mí, con un equipo hermoso de trabajo, tanto con mis compañeros como también con nuestras coordinadoras y coordinadores. La verdad que estoy muy contenta, me llevo mucho de la experiencia y la recomiendo un montón para que otra gente se pueda sumar y que sigan creciendo los espacios», resaltó Macarena, y Rosario agregó: «De las residencias me llevo también un grupo humano muy hermoso ya sea con mis compas como con la gente de coordinación, también la experiencia con grupos, por cómo me ayudó a desenvolverme, es una experiencia muy linda».

Para Mora, «las residencias marcaron como un antes y un después en mi vida en relación al trabajo en lo público, la verdad que tiene una cosa de reciprocidad muy hermosa», mientras que Malvina expresó: «Creo que el programa de residencias culturales te abre la perspectiva en lo que es habitar el espacio público no sólo desde el lado del usuario sino también del gestor. Esta mediación entre diferentes saberes también me ayudó mucho desde el lado de estudiante, cómo ver la academia participando en la ciudadanía, y en lo humano me sirvió un montón. Estoy muy contenta con la experiencia, es muy enriquecedora, me cambió mucho mi modo de ver la vida».

Sol, estudiante de Bellas Artes, reconoció a su vez que «en lo grupal fue de mucho enriquecimiento». «Tuve que aprender mucho, me presté también al diálogo y a escuchar a mis compas de Antropología, a nuestras coordinadoras que siempre se prestaban al intercambio y a darnos información para que pudiéramos dar las mejores mediaciones. Y también el público se prestaba a ese intercambio, a ese crecimiento, así que es una experiencia que recomiendo mucho», explicó Sol. Pedro, a su lado, concluyó: «Las Residencias permiten pensarse en un rol de gestión de la cultura y de la cultura en el espacio público. En mi caso vengo del palo de lo social, y el Museo Gallardo al estar integrado por áreas científicas me abrió a muchas experiencias que nunca hubiera experimentado, a cosas que nunca hubiera aprendido. Te abre perspectivas laborales en el espacio público y al mismo tiempo te pone de frente con cosas que uno capaz que nunca se hubiera imaginado que se iba a cruzar, es genial».

Llegadas especialmente desde Santa Fe, donde desarrollan sus residencias en los espacios del Tríptico de la Imaginación, Su Gaonia y Candela Barco resaltaron la «experiencia territorial, trabajando desde la niñez hasta todas las edades». «Volver a remontar lo que es la cultura es muy bueno en tiempos actuales», destacó Su, y Candela remarcó la importancia de «poder recuperar las narrativas y diferentes vinculaciones en cuanto a la población que se va acercando, porque cada espacio también tiene sus singularidades y eso lo hace increíble, para poder seguir potenciando esto y que tenga ese carácter enriquecedor».

La continuidad de un proyecto público

En su encuentro con las y los jóvenes, Susana Rueda destacó la importancia de haber recuperado el programa de Residencias iniciado en 2013 durante la gestión de Chiqui González, y resaltó la apertura de una nueva convocatoria, que dará como resultado la selección de 200 jóvenes de toda la provincia, y alentó a promover las inscripciones.

Para el secretario de Integración Cultural, Guillermo Lasala, el objetivo es, precisamente, ampliar el programa: «El balance de la edición 2024 es positivo en tanto y en cuanto pudimos recuperar la potencia de un proyecto que fue característico del Ministerio de Cultura en dos grandes sentidos. Por un lado, en poder pensarlo como una plataforma de diálogo, de aprendizaje para juventudes, y por otro lado, fortalecer y amplificar los servicios culturales de nuestros espacios. Tal es así que nosotros estamos en este momento pensando y llevando adelante la convocatoria para el 2025 y si este año hemos transitado el recorrido con 180 jóvenes residentes en 19 espacios culturales, para el 2025 estamos planificando que participen 200 jóvenes en 24 espacios culturales, lo cual da lugar a entender, a comprender, a dimensionar, que propuestas de este tipo, que nacieron al calor del 2013 y la apertura de nuevos espacios culturales, tienen más vigencia que nunca. Entendiendo no solamente el contexto de las juventudes y la importancia que implica que el Estado interpele, convoque, invite a las juventudes a ser parte de propuestas y de apuestas de política pública, sino también para fortalecer la calidad y sostener la calidad de nuestros servicios culturales en los espacios».

En esa misma línea, Soledad Artigas, subsecretaria de Políticas Socioculturales del Ministerio, analizó: «Es una alegría poder volver a hacer las Residencias, que durante algunos años no se pudieron hacer. La experiencia siempre es hermosa, siempre es positiva. En la ciudad de Santa Fe tenemos 120 residentes, que participaron de procesos que son pedagógicos, donde los chicos y las chicas aprenden cosas nuevas, lenguajes artísticos y culturales que desconocían. Nos permite mezclar un montón de experiencias distintas. Tenemos gente de un montón de barrios muy distintos, que vienen de diferentes formaciones académicas o de diferentes oficios. Son todas experiencias que enriquecen».

Asimismo, y en relación a la apertura de la convocatoria para Residencias Culturales 2025, Artigas concluyó: «La expectativa es empezar la primera semana de febrero, ya con los espacios abiertos para poder festejar el carnaval en todos los lugares, que ya es una tradición nuestra, y empezar con la formación en todas las áreas que necesitamos, que tienen que ver con el juego, con la convivencia, con el espacio público, con los imaginarios sociales, con lo que nos une, con lo que significa la cultura para unir a las sociedades y para repensarnos. Hay un programa pedagógico que es muy intenso, muy intensivo, y la expectativa es poder seguir sumando muchos jóvenes. Realmente la devolución que tenemos de los más de mil jóvenes que pasaron desde que se crearon estas residencias en el año 2013 es que les cambian la vida, que aprenden cosas nuevas, muchos y muchas de ellas descubren un oficio, descubren que la cultura es un espacio también de trabajo, de formación, y encuentran su lugar».