El viernes 4 de agosto, la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe participó de la 22ª edición de Trombonanza, el curso de perfeccionamiento para tubas, trombones y eufonios más importante de América, creado y sostenido por el trombonista santafesino Rubén Carughi. El concierto fue dirigido por el maestro Silvio Viegas, titular de la orquesta, y contó con la participación como solistas del español Ximo Vicedo (trombón tenor) y del colombiano Richard Alonso Díaz (tuba), ex integrante del ensamble sinfónico que hoy toca en una formación de Qatar. La cita se dio en el emblemático Teatro Municipal 1º de Mayo, una de las casas de arte más importantes de la región, y el público presente superó las 750 personas.
A las 9 de la noche comenzó la música. La primera obra interpretada fue la Obertura de la ópera “Il Guaraní” del brasileño Carlos Gómez, estrenada en marzo de 1870 en Milán. Terminada la obra de Gómez se escucharon los acordes de «Cuatro escenas latinas para tuba y orquesta», de Enrique Crespo, con Alonso Díaz como solista. El músico superó con creces el desafío de compartir con el auditorio el abanico de posibilidades técnicas de un instrumento que no es muy habitual ver de solista, acertando con la elección de tocar una pieza latinoamericana en vez de una clásica, tal vez más consagrada. Terminada la presentación del colombiano hubo un intervalo corto y después se vivió el momento “mágico” de Trombonanza. Momento en el que todos los participantes del curso, mezclados entre el público, tomaron sus instrumentos y tocaron al unísono una obra esencialmente pensada para ese instante.
La música escuchada fue escrita especialmente para la ocasión por Roberto Pintos, dedicada a Ruben Carughi y Enrique Schneebeli, titulada «Obertura Trombonanza 2023». Quien estuvo a cargo de su dirección, pidiendo el podio de Viegas prestado por unos minutos, fue el mismo Richard Alonso Díaz. Al terminar la pieza original, fue momento de escuchar el «Concierto para trombón y orquesta, op. 70», escrito por Salvador Brotons (España) en 1995, donde el actor principal fue el intérprete de trombón tenor Ximo Vicedo. El ibérico mostró una gran soltura en su acto. Logró un sonido brillante y compacto con una técnica inagotable en una obra que gana vigencia cada vez que es interpretada.
Para terminar el concierto, el programa propuso «Vitral de iglesia. Cuatro Impresiones para orquesta», de Ottorino Respighi, basada en visiones «sonoras» de cuatro vitrales que el compositor vio en iglesias de Italia donde se describen “El viaje a Egipto”, “El arcángel Miguel”, “Los maitines de Santa Clara” y “San Gregorio Magno”.
Luego de toda la música de orígenes diversos, los aplausos y el reconocimiento a los artistas fue estridente, coronando el mitin con grandeza.
