Santa Fe celebró su día en la Feria del Libro de Buenos Aires

Con la organización del Ministerio de Cultura, la Provincia estuvo representada por el grupo Canticuénticos y con la presentación del libro “Las cosas tienen movimiento. 40 años de la Trova Rosarina”.

Entre la celebración multitudinaria de Canticuénticos y la calidez de la presentación de Las cosas tienen movimiento, el pasado sábado 14 de mayo de Santa Fe celebró su día en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. En su decimotercera participación, y a través de la organización del Ministerio de Cultura, la Provincia dejó su marca en la Feria con dos propuestas en las que música y literatura se hermanan: en primer turno, el grupo Canticuénticos repasó sus hits colmando la sala principal de La Rural; poco después, el lanzamiento del libro Las cosas tienen movimiento. 40 años de la Trova Rosarina estuvo marcad por un clima cálido y emotivo.

Luego del impasse impuesto por la pandemia, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires alcanzó récords de público y ventas. En sintonía con el suceso, el stand de Santa Fe, ubicado en el Pabellón Ocre, en el ingreso principal de La Rural, tuvo un movimiento incesante de público, que pudo acercarse a más de 400 títulos de editoriales, autoras y autores independientes de distintos puntos de la Provincia. 

A esa oferta permanente se le sumaron las propuestas diagramadas para celebrar el Día de Santa Fe, que abrió con la actuación del grupo Canticuénticos. La expectativa generada por la visita de la banda santafesina se hizo evidente desde temprano: la fila que iba creciendo en uno de los patios de La Rural marcaba el camino hacia la Sala Hernández, la más amplia del predio ferial. Conformada por familias, cochecitos de bebé, triciclos y hasta un contingente de jóvenes scouts, la hilera anticipaba que la función estaría colmada. Durante poco menos de una hora, la banda santafesina retribuiría ese respaldo con un repertorio conformado por sus principales canciones, en un show que evidenció un manejo de tiempos y climas de altísimo nivel.

 

En la música de Canticuénticos los ritmos populares (argentinos, rioplatenses) se ponen al servicio del juego pero también de la reflexión, reflejada en las preguntas que inquietan y conmueven de “¿Por qué, por qué?”, una de las elegidas para el comienzo del concierto. La propuesta del grupo es amplia, y va desde el juego y las complicidades hasta el acercamiento a los ritmos que constituyen una identidad. Así, “El mamboretá” fue el pie para hablar del chamamé y el litoral en pleno corazón porteño. Y también estuvo allí la cumbia santafesina convirtiendo a la Sala Hernández en amplia pista de baile.

Entre medio, el sexteto santafesino logró cautivar a las cientas de niñas y niños con un cambio de clima preciso, centrando la atención en esa joya que es “Hay secretos” y su invitación a romper el miedo: “Si no alcanzan las palabras/ Para lo que hay que contar/ Inventemos otro idioma/ Siempre te voy a escuchar./ No se tienen que guardar/ Los secretos que hacen mal”.

Luego de esa breve pausa introspectiva, las familias se prestaron al juego de un final celebratorio, con más juegos, cumbias y monstruos, en un show que volvió a confirmar el peso específico del grupo santafesino, que sigue solidificando su propuesta en base a diversidad estilística, sensibilidad y un enorme respeto por su público, sin distinción de edades.

La música hecha libro

Apenas una hora después de culminado el show de Canticuénticos, el Día de Santa Fe tuvo su segunda propuesta en la sala Tulio Alperín Donghi, con la presentación de Las cosas tienen movimiento. Con su compilador, Horacio Vargas, como maestro de ceremonias, el acto contó además con la participación del subsecretario de Industrias Culturales Félix Fiore, del periodista y baterista Pedro Squilacci (quien recordó los primeros pasos de un visionario Fito Páez, con quien compartió el grupo Neolalia), del poeta y periodista Sebastián Riestra y de dos músicos que nutrieron al histórico movimiento musical rosarino: Adrián Abonizio y Pichi De Benedictis. 

A exactos cuarenta años del concierto consagratorio que Juan Carlos Baglietto brindó junto a su banda en el Estadio Obras para la presentación del disco Tiempos difíciles, el lanzamiento de Las cosas tienen movimiento estuvo marcada por un tono cálido e intimista, donde hubo lugar para las complicidades pero también para valorizar el rol del Ministerio de Cultura como posibilitador para la publicación de la obra. Y donde, claro, hubo también lugar para la música, con las bellas versiones que Abonizio hizo de “Cuando” y “Oración del Remanso” (dos joyas del repertorio de Jorge Fandermole) y con la interpretación de una de sus grandes creaciones: “El témpano”. A su turno, Pichi De Benedictis le dio vuelo a canciones de su autoría, en un breve set que incluyó la presentación de “La censura no existe”.

Así, con la música como estandarte, con los libros como sostén, Santa Fe dejó su marca en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, la más importante de habla hispana.

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