(Texto: Erika Saita) Pablo Vergara es compositor y productor musical. Se formó como pianista y compositor en la Universidad Nacional de Rosario. A su vez, estudió de manera autodidacta las tecnologías aplicadas al arte sonoro y así pudo montar su estudio de grabación. En el 2018 fundó Milo Records, un sello discográfico independiente dedicado a la producción de artistas del género urbano. Pocos días atrás, viajó a Brasil para participar del MicBr, a partir de los contactos realizados el año pasado en Mica. «Mi primera participación en el Mica 2022, gracias a la convocatoria del Ministerio de Cultura de Santa Fe, fue una puerta de entrada al mundo de los mercados», resaltó.

– ¿Cómo nace la idea de crear un propio sello discográfico?

– La idea de formar Milo Records nace del espíritu autogestivo, y de la necesidad de darle un marco profesional a varios proyectos que estaban sucediendo simultáneamente y necesitaban de un respaldo. Por un lado ya veníamos hacía años produciendo beats (instrumentales de rap) con mi socio Nicolas Magri, y en 2018 nos encontrábamos produciendo el primer disco para el rapero Siniestro. También comenzamos a producir a los Vatos Lokos y a través de ellos conocimos a Mutu, lanzamos su primer single, «Tizi», y seguimos trabajando juntos hasta el día de hoy. Fue así que ese año decidimos fundar el sello. Durante estos años vivimos un gran crecimiento mutuo junto a la artista Mutu, con quien estuvimos a cargo de las aperturas de los shows de Trueno (2022) y Nicki Nicole (2022), formamos parte del line up de festivales como Festival Bandera, Broda, FARO, Psicotropia y hoy nos encontramos nominados a los Premios Rosarigasinos con el disco de nuestra producción titulado “Mi Conciencia” de Mutu.

– ¿Por qué el género urbano?

– Mi primer acercamiento con el género urbano, más precisamente con el rap fue Eminem, a quien escuchaba y veía por Mtv cuando todavía no tenía internet ni acceso a discos. Poco podía entender de sus letras pero me cautivó el poder rítmico de las instrumentales y su flow. Luego entré al rap en español con artistas como Calle 13, Emanero y Cancerbero, con quienes descubrí el potencial de las letras de rap para dar un mensaje y contar las problemáticas del mundo. Además el género urbano es super versátil y puede combinarse con cualquier estilo musical, lo que a mí, que tengo cierta formación clásica de la música, y he tocado desde tango, hasta rock y música latina, es algo que me apasiona. También la poesía en la música utilizada al servicio de dar un mensaje o contar una realidad con la que otros se puedan identificar y puedan encontrar allí un abrazo siempre me resultó importante, es por eso que como sello buscamos trabajar con artistas que tengan algo que decir, que contar y que expresar.

– ¿Cómo se comparte y se organiza el tiempo entre el músico y el productor? ¿El primero es el motor del segundo?

– En mi caso sí, aunque no siempre es así, y hay grandes productores como Rick Rubin que no son músicos. Yo me considero un artista, es por eso que me gusta participar de todas las etapas creativas que hacen a un lanzamiento musical. Primero está la inspiración, que nos provee de una idea madre, a veces puede ser una canción entera, a veces una frase, un estribillo. Luego viene todo el trabajo, producir esa canción, darle un formato, corregir, y grabar. Ahí es donde puedo volcar mis conocimientos como músico y compositor. Luego esa música va a ir acompañada de un arte de portada y en lo posible de un videoclip, y ahí hay una búsqueda estética. Y finalmente hay que salir a vender eso que generamos, para poder llevarlo a los oyentes, y ahí entra el Milo Records como sello.

– En 2022 fuiste convocado para participar en el MICA, en Buenos Aires. Contanos esa primera experiencia y si guarda relación con tu viaje reciente al Mercado en Brasil.

– Definitivamente mi primera participación en el Mica 2022 gracias a la convocatoria del Ministerio de Cultura de Santa Fe, fue una puerta de entrada al mundo de los mercados. En ese viaje pude conocer a grandes productores de la industria musical y al coordinador del sector de Hip Hop. Luego de esa experiencia ganamos por concurso la participación con showcase incluido de Mutu dentro del MICA Freestyle, que es un evento exclusivo del Hip Hop donde confluyen todas las ramas del movimiento, la música, el baile del breakdance, el graffiti y el freestyle, en dos jornadas con capacitaciones, charlas, muestras y rondas de negocio. Este año también fuimos seleccionados para participar del Bafim edición urbana, Mica y finalmente fui convocado para viajar a Brasil a representar a la industria del Hip Hop en el MicBr.

En este marco, Vergara destacó: «De todos estos encuentros es el espíritu federal que convoca a artistas y gestores culturales de todas las provincias argentinas y de los países vecinos. Esto nos permite un intercambio de ideas, experiencias y perspectivas de cada región y también la posibilidad de generar vínculos duraderos de amistad a lo largo de la Argentina».

– Entre los nuevos contactos, reuniones y charlas que mantuviste con colegas del país vecino, ¿qué fue lo mejor que te llevaste?

– En términos concretos cerramos un acuerdo para pasar videoclips del sello en Tv Brasil. Nos encontramos también trabajando en dos colaboraciones o “ft’s” con artistas, una de Brasil (Bart) y otro de Chile (ElDani). Además planeamos una estrategia de mercado para poder llevar a Mutu a tocar a Colombia. Más allá de los tratos comerciales, pudimos generar un vínculo muy lindo con productores y artistas de Brasil, que también compartieron con nosotros su preocupación por el futuro político de la Argentina, y su negativa experiencia para el desarrollo cultural durante el gobierno de Bolsonaro. Por otra parte, compartí esta experiencia con otros productores de distintas áreas de la cultura, y este intercambio fue sumamente enriquecedor. También pude hablar con distintos productores argentinos que habían viajado en carácter de compradores y quedar en contacto para la gestión de shows dentro de nuestro país.

– Qué recomendaciones darías para empresas incipientes que quieren dedicarse a lo mismo.

– Lo primero siempre es tratar de buscar un balance entre lo que nos gusta y lo que el mercado nos pide, a veces a los artistas nos cuesta ponerle valor económico a nuestro arte pero hay que entender que lo que hacemos también es un producto de consumo y que necesitamos de esa venta para hacer crecer nuestro proyecto. Segundo que es fundamental rodearse de un buen equipo en quien se pueda confiar y nos acompañe en el camino de la autogestión. Tercero es ser paciente con los procesos y los tiempos que toma en dar fruto lo que sembramos. Y apoyarse de los fomentos y herramientas que nos brindan entidades como los ministerios de Cultura, el Inamu, el FNA y el Mica.

Finalmente, sobre el impulso que brinda la Provincia a las industrias culturales, Vergara remarcó: «Es sumamente importante recibir el apoyo del gobierno provincial para desarrollar y hacer crecer una industria que no solo aporta valor económico monetario, como cualquier otra industria, sino que también aporta valor social y contribuye a la construcción de la identidad de cada país».