“¿A dónde van los pájaros cuando mueren?”. Inocente y, a la vez, profundamente filosófica, la pregunta es el eje y título de un bellísimo cortometraje realizado por Guido Devoto, flamante egresado de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) sede Rosario. Realizada como tesis en 2024, la producción es de un altísimo nivel y acaba de lograr un hito histórico: es la primera vez que una obra argentina de animación 3D resulta seleccionada para competir en la categoría Animación de los Premios Bafta Estudiantiles, certamen internacional organizado por la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión, que este año recibió 1034 propuestas de películas, juegos y contenidos inmersivos de 154 escuelas de 39 países. La creación del joven egresado de la Enerc resultó seleccionada entre las 75 finalistas de las distintas categorías, siendo la única producción sudamericana en alcanzar esta instancia.
La noticia cobra relevancia además por el propio recorrido de Devoto como animador: con estudios secundarios realizados en el Instituto Politécnico dependiente de la Universidad Nacional de Rosario y con paso por la Escuela Para Animadores (EPA) de la Municipalidad de Rosario, en 2022 Devoto resultó seleccionado para formar parte de la primera cohorte de la Enerc Rosario, escuela pública y gratuita dependiente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) que tiene su espacio de funcionamiento en Plataforma Lavardén, como resultado del convenio firmado entre Incaa y el Ministerio de Cultura de Santa Fe, que aporta además al cuerpo no docente. En esta línea, el recorrido de Guido Devoto, de sus compañeras y compañeros, reluce como ejemplo de la educación pública.
Una formación de excelencia que viene evidenciando resultados destacados, según distingue Diego Rolle, experimentado animador y docente que tuvo a su cargo la coordinación de tesis en Enerc: «Para mí es un privilegio ver el crecimiento de muchas chicas y chicos que fueron nuestros alumnos en la EPA. A muchos de quienes están en Enerc los conozco de la EPA y es un orgullo ver su evolución. Ver cómo empiezan desde el primer día, con las primeras animaciones que les hacemos hacer con ejercicios en la computadora, y cómo a partir de ahí logran cosas increíbles, que no tienen nada que envidiarle a cualquier animación de la industria. Y no es que estoy exagerando, sino que este recorrido que logran hacer los chicos y chicas que están terminando la Enerc, está reconocido en festivales, además de todo lo que van a seguir logrando».
«Me pone muy contento, porque con Pablo Rodríguez Jáuregui hace más de veinte años que venimos militando la animación –remarca Rolle–. Que se conforme una carrera, que le dé espesor a la animación rosarina, nos pone muy contentos. Y no es algo que surge ahora, sino que la Enerc también se instala en Rosario un poco por la historia que hay en la ciudad, que empieza en la década del 50 con Luis Bras, pionero de la animación rosarina».
El nombre de Luis Bras (1923-1995) es el punto fundacional de una historia que tiene sus eslabones inmediatos en discípulos como Esteban Tolj, José María Beccaría y los propios Rodríguez Jáuregui y Rolle. Todos ellos responsables de sostener el legado desde el legendario estudio El Sótano de Bras, y más tarde al frente de la Escuela Para Animadores de Rosario, como así también con la creación de la Cooperativa de Animadores y una enorme cantidad de realizaciones (que tuvo picos altos de popularidad con proyectos televisivos como «Cabeza de ratón»).
En esta línea, la apertura de la sede Rosario de la Enerc, con su especialización en Realización Integral con Especialización en Animación 3D y Tecnologías Digitales, amplía posibilidades de formación y profesionalización, posibilitando así la continuidad de esa tradición fundada por el legendario Bras. Desde allí, desde las aulas ubicadas en Plataforma Lavardén, en Rosario, ya se le da continuidad al legado, con hechos destacados como la llegada al Bafta de «¿A dónde van los pájaros cuando mueren?», como así también a su presencia confirmada en la próxima edición del Festival de Cine Latinoamericano de Rosario, donde participará junto a otras cuatro producciones realizadas como tesis en la Enerc en 2024, a las que se sumará un cortometraje en 2D realizado por una estudiante del segundo año de la carrera («Souvenir», de Dakota).
Una obra de altísimo nivel
En poco más de seis minutos de duración, «¿A dónde van los pájaros cuando mueren?» plantea profundos dilemas existenciales a través de la mirada de un niño que, mientras comparte una tarde de jardinería con su padre, descubre el cadáver de un ave. La muerte y las urgencias del mundo adulto aparecen sin innecesarias bajadas de línea, como preámbulo a una resolución fantástica que le permite a Devoto combinar estéticas de animación con un resultado cautivante.
Un resultado que, claro, no fue producto de una labor solitaria: responsable de la dirección, texturizado y montaje, Devoto condujo un equipo de trabajo que se completó con la labor de Nicolás Panes (producción, rigging, sonido y música original), Romina Bahamonde (dirección de arte), Cristian Mendoza (guión gráfico y sonido), Denisse D’Annunzio Nanni (modelado), Andre Moliné (dirección de animación) y Quito FSJ (composición). El cortometraje suma además las voces de Nicolás Panes en el rol del padre y del pequeño Dante Sánchez, como el hijo.
«En la animación la infancia es una buena excusa para hacer preguntas incómodas desde la inocencia», explica Devoto en relación a la presencia del personaje infantil, clave en el desarrollo narrativo y que también permite conexiones estéticas personales para el director: «En general en mis obras y en las cosas que hago soy bastante autorreferencial. En este corto el ejemplo es que ese personaje principal tiene un sombrero que es igual a uno que tengo yo y una remera como una que usaba yo de chico. Busco mucho en lo que me pasa a mí, las cosas que viví. Después el traspaso a lo visual, lo estético, es una mezcla de varias cosas, no tengo referentes particulares. Los diseños de personajes mayoritariamente los desarrollé yo, y los detalles los trabajé con Romina, la directora de arte».

Con una estética que remite a muñecos y construcciones en madera, el corto ofrece un giro estético a partir de la irrupción de lo fantástico: «Eso me interesa, porque me parece que si se trabaja con animación uno tiene que hacer algo que lo justifique. ¿Para qué voy a animar algo que puedo grabar en acción real? La animación tiene otro potencial. Me interesa la fantasía y, en este caso, me interesaba tener un personaje que representara a la Parca».
A la espera de la selección de finalistas del Bafta, el cortometraje de Devoto está en la «lista larga» de veinte producciones en la categoría Animación, lo que le permitirá participar de una semana de programación y reuniones virtuales con profesionales de la industria. Una posibilidad lograda por la formación e impulso propios de los cuerpos docentes y no docentes de la Enerc, sobre la que Guido Devoto concluye: «La Enerc me dio la posibilidad de disfrutar de una carrera de excelencia. No tengo más que agradecimiento, por la excelencia de los docentes, por el acompañamiento del equipo no docente (de Mirna, Romina y Nacho). Y otro punto fundamental del cursado de la Enerc es que te permite conectar y conocer con muchas personas del rubro, tanto de la ciudad como de otras ciudades, e inclusive con gente de la Escuela Provincial de Cine que está en el piso de abajo en Lavardén. Eso creo que es lo más valioso que me llevo».